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La lactancia materna es la base para construir una sólida base de salud física y mental del niño para toda la vida, actuando positivamente en todo el cuerpo.

Vea algunos beneficios recientemente probados por la ciencia sobre la lactancia que se extienden por años e incluso décadas después de la lactancia.

Rendimiento cerebral

Un estudio realizado por una Universidad Brasileña, siguió durante más de 30 años a un grupo de 5.000 personas desde su nacimiento para investigar los efectos a largo plazo de la leche materna en el rendimiento cerebral de su hijo. El principal hallazgo del grupo, publicado en The Lancet Global Health, fue que los bebés que fueron amamantados obtuvieron mejores resultados en las pruebas de coeficiente intelectual en la tercera década de vida.

Microbiota

La lactancia tiene un efecto beneficioso en la formación de la microbiota, un grupo de bacterias que vive en el intestino y que, hoy en día, se sabe que no sólo actúa sobre el funcionamiento del órgano, sino también sobre la inmunidad, el metabolismo y el sistema nervioso, por citar algunos ejemplos.

La leche materna contiene oligosacáridos, azúcares que sirven de alimento para las bifidobacterias y los lactobacilos, especies que predominan en los microbióticos saludables. Tanto es así que un estudio de la Universidad de Helsinki con 226 niños mostró que los que tomaban antibióticos y/o eran amamantados por un corto tiempo tenían niveles más bajos de bifidobacterias en la microbiota, lo que indica un desequilibrio que puede desencadenar enfermedades sistémicas e incluso abrir puertas para más infecciones.

El efecto sobre la microbiota es duradero, ya que se forma en la infancia tiende a prevalecer en el intestino de por vida.

Peso

Los hallazgos de los científicos sugieren que la lactancia materna tiene consecuencias a largo plazo en la composición del cuerpo a los 30 años de edad y está relacionada con un menor IMC (índice de masa corporal) y menos grasa visceral, lo que es un signo de buena salud.

La diabetes y otras enfermedades crónicas

La lactancia materna protege no sólo de la diabetes de tipo 1 en la infancia, sino también de la diabetes de tipo 2, que se desarrolla principalmente por el consumo excesivo de azúcar en la vida adulta. En un estudio australiano se hizo un seguimiento durante 21 años de un grupo de poco más de 3.500 bebés y se comprobó que los que fueron amamantados durante al menos 4 meses tenían un riesgo casi un 50% menor de desarrollar diabetes a la edad de 21 años.

Salud mental

La lactancia materna también se asocia con una mejor salud mental a largo plazo. Esto se debe tanto a la interacción de la microbiota intestinal con el cerebro, que se asocia con un mayor nivel de neurotransmisores relacionados con el bienestar.

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