Cuanto más se acerca la fecha del nacimiento del bebé, mayores son los miedos y la ansiedad de las madres primerizas. Planean cómo será el nacimiento, qué llevar a la sala de maternidad, cómo será el período de posparto y quieren que todo vaya según lo previsto.
Después del nacimiento del bebé, comienza otra etapa: el sentimiento de culpa y las constantes dudas sobre qué hacer cuando el bebé no deja de llorar, cuando duerme demasiado y cuando succiona demasiado o demasiado poco.
Con tanta gente dando su opinión, es común que la inseguridad aumente y que se hagan comparaciones, dejándote con la mala sensación de que no estás haciendo un buen trabajo como madre.
Mantén la calma, todo eso pasará. Con una buena orientación, te sentirás más segura cuidando a tu bebé. Para ayudarte, hemos recopilado una lista de consejos para las mamás primerizas, desde el final del embarazo hasta los primeros meses de su bebé. Todos estos consejos, te facilitarán en gran medida tu rutina.
Hacer un plan de parto
El parto es, sin lugar a dudas, el pico del comienzo de la maternidad. Un momento tan importante debe estar previamente planeado por la mujer embarazada junto con su obstetra para definir el tipo de parto normal o cesárea, ya que se habrán estado observando las condiciones de salud del bebé y de la madre.
El objetivo del plan de parto es esbozar las pautas básicas de lo que la mujer quiere tener o hacer durante el parto, cómo:
- Si quiere o no tener analgésicos en el caso de un parto normal.
- Si quiere escuchar música.
- La posición en la que desea dar a luz.
Visita las salas de maternidad donde quieres tener a tu bebé
Incluso si ya tiene una idea de dónde va a nacer su bebé, visitar la sala de maternidad es una buena idea para prepararse y reducir la ansiedad. Traza diferentes rutas para estimar cuánto tiempo te lleva llegar allí. Comprueba la infraestructura disponible.
Es importante que aclare sus dudas sobre la demanda de cuidados y cuál es el protocolo si no hay cama en el momento de su llegada.
Descansar en las últimas semanas antes de la fecha de nacimiento
Muchas mujeres tienen problemas para dormir al final del embarazo porque su vientre y la ansiedad son demasiado grandes. Sin embargo, aunque no puedas dormir bien, es importante que descanses lo máximo posible al final del embarazo.
Necesitarás mucha energía para el parto y la primera semana en casa es bastante agotadora. Habrá muchas cosas nuevas que hacer y adaptaciones, así que tienes que ahorrar energía y estar preparada al 100%.
Durante el embarazo es un buen momento para cambiar el colchón de nuestra cama, por ello, a continuación os dejamos los mejores colchones del mercado en cuanto a relación calidad precio se refiere, porque para comprar calidad no siempre es necesario gastar de más:
Piensa en las células madre
Las células madre están presentes en la sangre y en el tejido del cordón umbilical y tienen un gran potencial de uso médico en el tratamiento de diversas enfermedades como la leucemia e incluso el autismo. Por lo tanto, uno de los principales consejos para las madres primerizas es guardarlos.
La recolección del material se hace justo después del nacimiento, sin riesgos para usted o el bebé. El procedimiento es simple, indoloro y dura menos de cinco minutos.
Aceptar la ayuda ajena
Acabas de pasar por un nacimiento – que es un evento de gran importancia y de gran influencia en tu cuerpo – y tienes un bebé que te necesita todo el tiempo.
No seas tímida a la hora de pedirle a tu madre, tu pareja, tu suegra, tu cuñada, tu mejor amigo y cualquier otra persona que esté cerca que mantenga la casa limpia, la nevera llena y tu cuerpo alimentado. Esto será importante para ti, el bebé y tu relación. Toda ayuda que recibas será necesaria y te ayudará a evitar el estrés.
Mantén la calma ante el llanto del bebé
El llanto es la única forma que conoce un bebé para comunicarse, es el único idioma al que tiene acceso. Así que va a llorar mucho. Es común que la primera madre piense que el niño tiene hambre, cólicos o dolor. Sin embargo, puede ser sólo aburrimiento, inseguridad y el impulso de caminar en su regazo.
El mundo es un nuevo lugar para el bebé y los estímulos pueden estresarlo. Echa de menos el calor del útero, y la mayoría de las veces sólo tienes que levantarlo para calmarlo.